29 oct. Las bicicletas eléctricas y el peligro de la masificación

Se están imponiendo, incluso entre ciclistas de toda la vida. Y no sólo los que ya tienen una edad son partidarios de las nuevas bicicletas. Las bicicletas eléctricas son un éxito, y están generando unos cambios importantes en la gestión del entorno. En Estados Unidos, les han concedido el permiso para circular por los parques nacionales. En la Columbia Británica, recientemente el gobierno les abrió las puertas de los parques provinciales.
Al norte de la ciudad de Vancouver, yendo hacia Whistler, hay algunas de las rutas más populares: la Sea to Sky (del mar al cielo). Sube (y mucho) por bosques húmedos, en senderos mantenidos por voluntarios, a menudo pasarelas de madera … hasta ahora, eran territorio exclusivo para aquellos con un alto nivel. La bicicleta eléctrica permite que mucha más gente se atrava con el mítico sendero. El mantenimiento de los senderos pasa a ser más necesario y complicado. Al mismo tiempo, la presencia de más gente afecta a la fauna local. Hay que recordar que algunos de los ataques de osos a humanos ha sido a ciclistas (los ven correr y les persiguen, o a veces han colisionado). En definitiva, todo el mundo coincide en que la llegada de la bicicleta eléctrica es para quedarse, pero habrá que regularla y aplicar nuevas medidas para poder gestionar una naturaleza cada vez más acosada.